16 enero 2007

Resistencia a la autoridad

Confieso: yo también he tenido roces con el personal de seguridad de los museos, ojo.
En una ocasión, acompañando a un grupo de chavales mexicanos, un prosegur les llamó sudacas.
Por suerte eran jóvenes e inocentes.
-¿Qué es sudaca? -me preguntaron.
-Pueeeeeees, ejem, un gentilicio.
-Que gracioso hablan acá -dijeron, y la cosa no llegó a más.

La vez que yo ya me veía en un calabozo fue el día que visité el Palacio Real con mis alumnas.
Madrid tiene un Palacio Real muy bonito, que se puede visitar, y que además organiza unas exposiciones temporales muy interesantes y de pase gratuito, un lujo.
Así que cogí a mis chicas y me planté en la puerta del Palacio, y cuando íbamos a entrar se nos acercó un miembro de las fuerzas de seguridad del estado, con su uniforme de gala y todo.
-¿Dónde van?
-A la exposición.
-No se puede pasar.
-¿Por qué?
-Actos oficiales.
Se me olvidaba un pequeño detalle: el Palacio Real sigue en uso, y cuando hay actos oficiales se cierra al público. Normalmente se puede consultar por teléfono los días que está abierto, pero a veces surgen imprevistos y plaf, te lo cierran sin avisar.
-Pe-pero... si está la puerta abierta...
-Sí, pero por motivos de seguridad sólo se puede entrar a la cafetería.
Me quedé de pasta boniato. ¿Seguridad para quién? Desde luego, no para el pincho de tortilla.
En fin, como está muy mal discutir con las fuerzas de seguridad del estado, sobre todo si son tres veces más grandes que yo y van armados, me volví a mis alumnas y les anuncié que mejor no íbamos a ver la exposición, pero no porque lo diga este señor, eh, sino porque a mí ya no me apetece.
-¿Y qué hacemos?
-Pues ya que estamos aquí vamos a ver la Catedral de la Almudena.
-Pero si es muy fea...
-No es fea, es... simpática.
Más o menos convencidas nos dirigimos a ver los famosos relieves de la puerta principal, pero cuando íbamos a mitad el representante de la autoridad de la puerta llegó corriendo hasta nosotras.
Jo. Eso es que le he gustado.
-¿Dónde van? -volvió a preguntar.
-A ver las puertas de la Catedral...
Para mí que sonó a mentira de las gordas. La gente intenta mirar la Catedral lo menos posible, por si se le desprenden las córneas o algo.
-No pueden estar aquí...
-¿Tampoco?
-No. Es por motivos de seguridad...
-Oiga, somos una clase de arte. Yo soy inofensiva -vale, mentí-, y mis alumnas también.
Detrás mía mis alumnillas pusieron cara de buenas. O lo intentaron. No coló.
-Lo siento, no puede ser.
-Vale, no importa.
Retrocedimos unos metros.
-Bueno, tendré que explicarlo desde aquí...
-Disculpen, aquí tampoco puede ser.
-¿Y un poco más allá?
-Tampoco.
-¿Y...?
-Que no.
-Jo.
A estas alturas ya teníamos a tres señores de uniforme a nuestro alrededor, y entonces fue cuando mis alumnas sacaron la rebeldía adolescente que llevan dentro.
-Que sólo queremos ver las puertas...
-¡Si no vamos a hacer nada!
-Somos buenas.
-Y monárquicas.
-Será un ratito, ¿a que sí, profe?
A la profe, o sea a mí, le estaba dando un temblor de pensar que tenía que explicarles a las familias de las alumnas que las habían detenido por resistencia a la autoridad. Además es que las conozco, y ese afán repentino por aprender me estaba dando mala espina hasta a mí. Mira que si resulta que son una férula terrorista de esas, a ver quién se va a creer luego que yo no tenía ni idea.
-Venga, chicas, da igual, os las explico desde lejos.
Nos fuimos alejando, escoltadas por los tres señores de uniforme, que sólo nos faltaba el palio.
Nos acompañaron hasta la acera.




Lejos.
Muy lejos.
Superlejos.
Y además empezó a llover.
Pero aquello ya era una cuestión personal, así que me planté en la acera, y mis alumnas detrás mía, y delante los tres señores de uniforme haciendo de barrera, con cara de circunstancias.
-Bueno -empecé-, si mirais por encima del benemérito de la izquierda, podeis ver parte del relieve de la Trinidad...
Cuando acabé de explicar di las gracias a los guardaespaldas y nos fuimos a ver el interior de la Catedral que, por suerte, tiene puertas también por el otro lado.

Jo, pensé, después de esto ya no nos puede pasar nada.

Error.

Dentro de la Catedral me empeñé en explicarles a las chicas que no es que las vidrieras sean feas, es que son simbólicas.
A las alumnas les dio la risa floja.
-Jijijiji... simbólicas...
-Jijijiji, simbolizan lo feas que son...
Yo intentaba poner orden.
-Chicas, que estamos en un recinto sagrado, por favor, un poco de autocontrol...
Pero ni caso, oyes.
Entonces se oyó La Voz.
-SILENCIO, POR FAVOR.
A mí se me hizo el estómago una bolita.
Lo que faltaba.
-¿Dios? -pregunté.
-No profe -dijeron mis chicas-: altavoces.
Jo, que susto.

22 comentarios:

Herel dijo...

Si es que tenías que haber llevado la camiseta de Lorzagirl, y hubieras entrado en el palacio por la puerta VIP...
VIP VIP VIP !...por favor deje aquí todos los objetos de metal. :D

Anónimo dijo...

jajajjajajajajajajajajaja.buenísimo

redronin1b dijo...

Ya ha llegado...


...la experiencia audiovisual que cambiará para siempre el mundo del blog...


...y no, no tenemos abuela ni nadie que ejerza como tal...


...HISTORIA DE UNA MANDARINA...


...ESTRENO MUNDIAL en http://espopmama.blogspot.com...


¡¡Nunca una MANDARINA habia dado tanto de que hablar!!

Anónimo dijo...

brutal la q dijo lo de que simbolizan lo feas q son...se merece un aplauso..
PLAS!

Tako dijo...

Ves? Aquí (Barcelona) siempre que quiero enseñar la catedral

a) Está en obras.
b) Están ocho grupos esperandp antes.
c) Es horario de pago.

Así que no te quejes :-)

Besos

Necio Hutopo dijo...

El prosegur ese no sólo era xenofobo... Además era estúpido; México NO está en el hemisferio Sur... Que me duele, sí, que me siento más identificado con los sudamericanos y tenemos más historia en común con ellos que con nuestros más próximos vecinos, también... Pero geográficamente somos Norteamerica

Eva Luna dijo...

Todo eso te pasa por monárquica, si es queeee....
los pobres benemeritos solo cumplian con su trabajo
jujujuj

Lo de la acera es lo que se llama educación a distancia no?

Sergio Aguilar Molina dijo...

Lorzagirl: decir públicamente que intentaste atentar contra el Rey empleando de escudos humanos a unas colegialas es un acto un tanto ... ehm ...
Bah ... no te digo nada: a mi ya me han echado 3 veces del museo del Prado. xD

Enrique A. dijo...

Hutopo, "sudaca" se suele decir de "americanos no yankis ni canadienses". Una versión un tanto despectiva de "latinoamericano".

Pero vamos, que he llegado a oir decir "sudaconés", que no sé si es mejor o peor...

lorzagirl dijo...

Herel, la camiseta de Lorzagirl sólo la uso en la intimidad.

Anónimo, gracias.

Redronin, ¿!!!?

Splinter, estoy muy orgullosa de mis jóvenes padawans.

Tako, jo, es que vuestra catedral es bonita hasta sin acabar.

Hutopo: a un ser capaz de utilizar la palabra sudaca no se le puede pedir que sepa ubicar México en el mapa. Pobrecillo.

Eva, sí que hacían su trabajo, así que no les culpo. Además, ¡con el uniforme están taaaaaaan monos! Educación a distancia, jijijiji. Muy buena, me la guardo para la próxima vez. A mis chicas les va a encantar.

Spike, yo contra lo único que soy capaz de atentar es contra la paciencia de los demás. Y se me da de maravilla, ojo, si no me crees pregunta por ahí. Lo de que te echen tres veces del Prado seguro que tiene premio.

Myca, ¿"sudaconés"? Cuánta mala bestia hay por ahí suelta, coñe.

Achab dijo...

Los altavoces los inventó el diablo, de toda la vida de Dios.

Ulex dijo...

Ya que estabas por ahí podías haberles enseñado a las niñas los jardines de palacio... o las obras. Cualquier cosa menos la catedral esa horrondorosa. Juer que fea que es la condenada. Yo la primera vez que la vi, fui estando en obras. Los de mi clase estuvimos hablando con un par de albañiles que trabajaban allí que se llamaban Manolo y Benito. No es broma, pero es demasiada casualidad...

Kirye dijo...

Tako, voto "A"

Kirye dijo...

Por cierto,

-¿Dios? -pregunté.
-No profe -dijeron mis chicas-: altavoces.


que Dios y altavoces no son palabras excluyentes, allá Él con los medios que utilice para comunicarse con los fieles.

Gato dijo...

XD

Para otra vez, ten en cuenta que cuando Dios habla, suena como si estuviera metido en una botija. Como cuando hablaba con Moises en los 10 mandamientos.

Anónimo dijo...

Pues mira, tuviste la oportunidad de sentirte como doña Leticia el día d esu boda, bajo la lluvia y escoltada, eso sí, no camino de la Almudena sino de patitas en la calle.

Por cierto, que no te engañen tus alumnas, no eran altavoces, era Dios y os estaba vigilando!! (acojona sólo de pensarlo, no?)

Anónimo dijo...

de todos es sabido que dios no existe...a no ser que lleve un traje de spiderman...en todo caso...seria...er..ridiculo, lo se...pero dios no existe, lo dice la biblia.
(vale, vale...voy a por la medicina)

Sans dijo...

Con respecto a las catedrales, tengo suerte, la de Segovia es de las más bonitas que he visto en mi vida.

Tan cuca ella, y tan avariciosos los curas...

E. Martin dijo...

Iglesia + Monarquía + Brazo Armado = Mal Karma...

Pero claro, si en una catedral pusieran una Hoja de Reclamaciones no darían abasto.

Kike dijo...

Je, je... date una vueltita por mi blog y busca los dos penúltimos posts. No son una mala experiencia con gente de seguridad, sino una mala experiencia con otro tipo de mastodontes... los de un servicio de atención al cliente. ¡Me lleva el chanfle!

Sheena dijo...

Pues ya le vale al del altavoz, me parece muy poco "cristiano" ir sobresaltando a lorza-profes y a sus vie...señoras.
besukis!

Crystal dijo...

Jajajajaja

Ay, que se me saltan las lágrimas... Qué dominio de la situación, oyes ;)