17 mayo 2014

Día internacional de la lavadora 2014

Esta es otra historia sobre vómito.
Lo siento.
Soy madre y esto es lo que hacemos.


Un año más es el día internacional de la lavadora. Creo. He dormido poco esta noche. Y la anterior. Y la anterior. Y la anterior.
Y no es por Bebé-chan, no. Bueno, no siempre. Es porque este año la primavera me ha atacado la garganta y me siendo como si tuviera un estropajo nanas metido por la mismamente susodicha.
En cambio no tengo mocos: los tiene todos Bebé-chan.
Bueno, más o menos. Porque cuando a Bebé-chan le salen mocos viene corriendo a buscarme y levanta las manitas para que la coja en brazos y yo me muero de amor y la cojo en brazos y entonces FLASH, FLASH, frota la nariz contra mi amoroso pecho y me deja una estela de mocos de lado a lado. Tengo el escote más brillante que si lo usara para criar caracoles, no digo más.
Ese es uno de los muchos motivos por lo que desde que nació Bebé-chan mi amor por la lavadora ha aumentado, no sé, digamos... exponencialmente, que es una palabra que no sé lo que significa pero la dicen mucho en las películas y siempre he querido usarla. Exponencialmente. Ahí está. Me gusta como suena. Creo que voy a incrementar su uso, así a ojo, exponencialmente.
Una amiga me contó una vez que su hijo, siendo muy pequeñito, había cogido uno de estos virus que te hacen potar como si no hubiera un mañana. El nene se empapó de... eso y fue a cambiarlo, antes de que terminara de cambiarlo se volvió a empapar, y entonces cogió al nene en brazos y se fue al armario a buscar otra muda, con tan mala suerte que cuando abrió la puerta del armario el nene volvió a potar... dentro del armario.
Os ahorraré los detalles e iré directamente al final: el nene durmió esa noche envuelto en una toalla, que era lo único que quedaba limpio.
Cuando me contaron esa historia tener hijos estaba totalmente fuera de mis planes, así que me hizo muchísima gracia. Ahora que tengo a Bebé-chan y a medida que va pasando el tiempo la historia me hace cada vez menos gracia, aunque no sabría decir exactamente por qué.
Que coño, claro que sé por qué: porque Bebé-chan todavía no ha potado dentro del armario, pero podría hacerlo cualquier día, que tiene un tino...
Un ejemplo:
15 de mayo, nueve de la noche.
Bebé-chan tenía fiebre y solo quería estar acurrucada en mis brazos.
De pronto hizo cof-cof.
-¿Qué pasa, petitona, tienes tos?
¡¡¡BLOURP!!!
Os ahorraré los detalles una vez más: no era tos.
Mirándolo por el lado positivo, he aprendido a valorar la mancha de mocos del escote.
Esa misma noche, como estaba malita, Bebé-chan se quedó a dormir en nuestra cama. Mejor dicho, se quedó a nodormir con nosotros.
Así como a las cuatro de la mañana, de pronto, hizo cof-cof.
Rápida como el viento la cogí por las orejas y la saqué de la cama justo a tiempo para que hiciera BLOURP encima mía, como está mandado.
Que calentitooo...
La dejé en el suelo, pero se resbalaba en... eso y se caía. Sí, sobre... eso. Yo quería cogerla, pero estaba cubierta de... eso y no me atrevía por si lo empeoraba. Mientras tanto, ZaraJota™ intentaba pasar por encima de... eso para ayudarnos.
Al final tomé una decisión difícil: me quité la ropa y cogí a la niña en brazos. La verdad es que me lo podía haber ahorrado, porque ya había... eso por todo el doquier que se os pueda ocurrir.Total que me quedé en pelota picá y cogí la nena, pero me sentía un poco pervertida, allí de pie en pelota picá con un bebé en brazos, así que intenté coger ropa limpia, pero no podía porque todo el suelo estaba lleno de... eso, y lo único que conseguí fue un camisón, pero no ropa interior, así que allí estaba, saltando charcos de... eso a las cuatro de la mañana sin bragas y sosteniendo un bebé en brazos.
Para cuando acabamos de limpiar, ducharnos, ponernos pijamas limpios y poner a dormir a Bebé-chan eran las cinco de la mañana. ZaraJota™ se levanta a las seis de la mañana para ir a trabajar, así que como os podéis imaginar no cabía en sí de gozo.
-Vamos a dormir un poco, ¿vale? -me dijo.
-Espera un momento, que voy a poner una lavadora.
-¿A las cinco de la mañana?
-Sí.
-¿Y eso?
Exactamente: y eso.

12 comentarios:

Genín dijo...

Exponencialmente: estoy a punto de potar :(
Besos y salud

Maribel dijo...

Ufff, no envidio tu noche...más que nada, porque yo también he tenido algunas de esas y sé lo malo y desesperante que puede llegar a ser. Lo único bueno de tener de "eso" por todas partes y toda la ropa es que incluso te alegras de tener esas prendas que te han regalado y que tienes muertas de risa en el armario sin estrenar, porque al fin les encuentras un uso.
Besos y espero que bebé Chan se encuentre ya bien.

Nuria dijo...

Te comprendo muy bien. A mí me tocó tener una bebé y una niña de seis años haciendo "eso" al mismo tiempo, y yo me iba a trabajar a las cinco de la mañana.

Un gozo, oiga.


Lo mejor de todo es cuando por fin la pobrecilla se duerme, tú la miras con amor infinito y la lavadora trabaja, que para eso está.

Buen finde y que sea con salud y tranquilidas, pobrecita Bebé-chan.

Raquel. dijo...

Aquí en los nuevayores las casas no tienen lavadora. Tienes que bajar al sótano (y por la noche cierra) o ir a la calle a una de las lavanderías (que también cierran por la noche. La ciudad que nunca duerme? ja!)
El caso es que mi hija siempre que coje un catarro y lo adorna con un sinfín de mocos termina vomitando por las noches al toser. Así que, a toda la aventura que ya has contado, y que tan bien entiendo, hay que añadirle que NO hay lavadora hasta la mañana siguiente a las 8:00h, así que hay que lavar a mano todo el pifostio, si no queremos que la ropa de cama y la que no es de cama quede acartonada y con un maravilloso olor a "eso"..

¡Por una lavadora libre!!..

Besotes, y que se mejore Bebé-can

María dijo...

Ja, ja, ja... ¡Qué ascoooooo! Los hijos de una amiga vomitan "a surtidor". Yo procuro ponerme lejos.

pseudosocióloga dijo...

Siempre, siempre diré que es el electrodoméstico por excelencia, sin todo lo demás se puede vivir...bien.

Madreconcarné dijo...

Amo a la lavadora.
Corrijo.
Odio a mi lavadora, que, en correspondencia, no me centrifuga ya casi nunca (muy mala vida lleva, la pobre).
Por eso la he dejado por otra y me he comprado una lavadora nueva que hace mil maravillas en el más absoluto silencio.
Vale todas y cada una de las gotas de sangre, sudor y lágrimas que ha costado (correspondiendo con el tono del post, yo no puedo hablar de "eso" pero sí de sangre sudor y lágrimas).
Amo a mi lavadora nueva.

Anónimo dijo...

¿Hay algún motivo oculto por el cual no se pueda decir vómito?

Necio Hutopo dijo...

Me toco cuidar a mi sobrino alguna vez en estado potador... Al menos no fui yo quien tuvo que poner la lavadora (ni limpiar paredes, piso y techo).

Noel Llamazares dijo...

Ah bendita lavadora. esta semana santa hemos pasado gastroenteritis toda la familia, empezó en la pequeña, pasó por la madre y el mayor y terminó en mí.Nuestra lavadora casi muere en esos días de vómito intensivo, pero lo peor es que aunque los mayores no nos potábamos encima, estábamos hechos una mierda y sin fuerzas al estar también enfermos.

Tita dijo...

La niña chica ha hecho "eso" muchas veces, así que te sorprenderías de la cantidad de veces que desnudicas y pegadas la una a la otra para que no cayera más "eso" por ahí, nos hemos ido a la ducha con todo "eso" y la ropa por el suelo, limpiandonos los pies en la ropa para no pisar eso.

Si estaba el santo la tarea se simplifica (con la práctica) pero la culminación, el momento mágico fue cuando le pasó, y eso cayó sobre mí, sobre el suelo, sobre la perra, y a la niña grande le dió asco, y también arrojó su "eso" a lo largo del pasillo tratando de llegar al baño, mientras la perra trataba de olisquear "eso" y no sé si con intención de comerlo....en fin, tan terrible, que lo había olvidado hasta que te he leído jajajajajajajajajaja

Creo que ya te lo puse en otro comentario ¡siempre con una toalla grande! da igual, aunque te llamen loca, con la toalla a un cof de distancia!

¡Viva la lavadora!
¡Viva la segunda lavadora!
¡Viva la tercera lavadora, a su inventor, al vendedor, al que las trae, al que las arregla!

JuanRa Diablo dijo...

Me queda ya algo lejano en el tiempo, pero aún lo recuerdo. Y es algo inconcebible: ¡¿cómo pueden esas miniaturas de persona ser surtidores de ESO a plena potencia?!

¿Son niños o pepePOTAmos?